Reconciliándome con este blog y con el año nuevo me digno a escribir unas líneas.
Imaginen si no sería interesante sentarse por unas horas en cualquier acera de la ciudad y simplemente ver y escuchar a todo aquel que pasa: a los ejecutivos, estudiantes, amas de casa, rateros,mendigos; tener ese privilegio y observar en cámara lenta que todos de una manera u otra buscamos la manera de construir mundos nuevos.
Todos los días nos encontramos junto a miles de personas, corremos un mismo sendero, pensando en el mañana, en las vacaciones que pasaron y en las próximas, en los proyectos que nacieron y no hemos comenzado,en los que dejamos atrás. Vivimos y respiramos abstraídos en una realidad ilusoria, en los deseos de dicha, de lucha y triunfo.
Saludamos a los conocidos, abrazamos a los amigos y vemos desde nuestros ojos lo que es nuestro y consideramos está en los demás. Buscamos compañía, distracciones, razones para seguir siendo quienes creemos ser, armamos escenarios perfectos en el camino al trabajo mientras nos tomamos una taza de café y nos olvidamos del presente, del suspiro que está dentro de nosotros. El aquí y el ahora se va perdiendo y no nos damos cuenta de que existió hasta que es pasado, hasta que se vuelve ayer.
¿De que nos sirven entonces estas realidades ilusorias del mañana o del ayer sino disfrutamos del aquí y el ahora? No esperemos el momento perfecto que se volvió un estereotipo en nuestras mentes, hagámoslo ahora mismo. Es imposible que disfrutes este viaje que nos gusta llamar vida sino te ríes en el camino.
"La felicidad no es una meta que viene con accesorios incluidos, no es un comercial ni es perfecta, es en cambio la sabiduría de disfrutar el sendero de la manera en que se nos presente"
martes, 5 de febrero de 2008
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