miércoles, 19 de diciembre de 2007

¿Al derecho o al revés?

En honor a la trivialidad y las cosas "insignificantes"...



...esta noche les escribo para preguntarles algo: ¿No les parece que la gente de Compaq,Apple, Intel y todas esas empresas que hacen equipos de computación deberían ponerse de acuerdo con el resto del mundo?.. Ahora les explico el porqué de la preguntilla



Fíjense bien en el teclado que tiene en estos momentos enfrente de ustedes, detallenlo con paciencia y noten que en la parte derecha ,donde sólo hay teclas para números, la cuestión está al revés. En serio, miren, en el resto de los aparatos los números tiene la ubicación inversa. Ejemplo: teléfonos locales y celulares, controles remotos, cajeros automáticos, etc.



Les digo que a veces no sé cómo marcan los números de teléfono los cajeros que trabajan en bancos porque pasan el día entero memorizando donde va el 1 y en el móvil,el control de tv ese lugar le corresponde al 7.



Si no entienden la locura de mi pregunta veanlo ustedes mismos...











Imagínense ustedes si entonces un día se pusiesen a discutir un ejecutivo de Motorola y uno de Dell sobre cuál de los teclados está al derecho y al revés, sería tan divertido como ver a dos hombres peleando en una colina sobre si están en una subida o una bajada, el que está abajo va a decir subida y el que está arriba lo contrario ¿quién le explica a esos dos que ambos están correctos?

Yo, sin embargo, voto porque los de las compu coloquen el teclado de la otra manera.

Ahora sin negarles mi amor al ocio y a su excentrismo, me despido!

martes, 4 de diciembre de 2007

Una Visita muy Sorpresiva...

Hace unos quince o diez minutos estaba dispuesta a cerrar los programas de la computadora y apagarla: cerré el reproductor de música, los archivos, las conversaciones online, terminé de imprimir un documento, apagué la impresora y cuando estaba a punto de mandar a dormir a la pobre máquina...¡Mi querida amiguita musa me visitó de sorpresa! Caprichosa, como siempre, me sentó de nuevo en la silla del escritorio y se puso a conversar conmigo mientras yo les escribo a ustedes.

Sinceramente mi pequeña forastera tenía tiempo sin aparecer. Hacía días la andaba buscando por los callejones y los escondites donde acostumbra estar en sus momentos de exilio y se me escabullía dejando pistas y pistas de su paradero.

Ahora que está aquí al lado acompañándome se sonríe con picardía y busca en la habitación su próxima aventura. Me susurra unas palabras al oído y deja que yo, en lo posible, haga el resto. ´Al rato de tenerla sentada a mi lado notó que estaba mas callada lo usual, entonces me preguntó eso que yo tampoco sabía y que fui descubriendo mientras yo le hablaba poco a poco.

Mi musa tremenda y pendenciera me hizo pensar... y mucho.

Y de pronto cerré los ojos, dejé de ver el monitor, la pared blanca, las letras que me piden que siga tipeándolas y me fui con ella hasta un lugar distinto, una playa paradisíaca donde las gaviotas silbaban al son de las palmeras.

Recorrí la orilla por un buen rato mojando los pies de vez en cuando en el agua salada y allí Musa me explicó con tranquilidad y ligereza: "El mar no sería lo que es sino fuese por la presencia de las olas, por esa fuerza misteriosa que lo hace moverse y delinear el horizonte donde el sol se pierde. Así es tu vida, así eres tú. No le quites al mar su oleaje, no te quites a ti la esencia que te hace ser quien eres. A veces la marea es alta, otras baja, pero siempre está ahí, meciendo con ternura los pedazos de arena que sucumben ante ella"

Cuando ya sentía en mis pulmones la brisa salada del mar y mis pies empezaban a hundirse en la arena mi Musa me tocó el hombro izquierdo y abrí los ojos. Ví las letras de este escrito que me saludaban con expectativa.

Transformé a las personas de mi vida en frases, a las anécdotas en ideas.

Al cabo de un rato me percaté de que mi amiga inspiración había estado discutiendo todo este tiempo con mi somnolencia. Esas dos no se soportan, aunque hacen una combinación muy interesante...

A la final Musa peleó tanto con Sueño que le provocó tomarse una siesta antes de seguir en esta labor tan mía de escribir y más importante : escribir para mí.